La sostenibilidad y el medioambiente se han convertido en dos prioridades para nuestra sociedad. Consciente de ello, la Unión Europea se ha marcado como reto para el año 2030 la obligatoriedad de usar packaging eco en la distribución de cualquier tipo de producto. De esta manera, se pretende también favorecer la economía circular.
El reto de la sostenibilidad en el packaging
El packaging sostenible es el futuro del sector, pero también uno de sus retos más importantes. Las empresas tienen la responsabilidad de cambiar su paradigma de trabajo habitual y apostar por nuevos materiales que faciliten la economía circular dentro de la organización. Esto implica la aplicación de nuevas formas de gestión y tecnologías innovadoras, que permitan trabajar la sostenibilidad sin renunciar a la competitividad empresarial.
Hay que tener en cuenta también que el uso de envasado ecológico promovido por la Unión Europea incluye tanto los envases reciclables como la restricción de microplásticos y la reducción del consumo de plástico de un solo uso. Por lo tanto, el desarrollo de los bioplásticos, que empezaban a perfilarse como una alternativa viable para el packaging eco, no se convierte en la mejor solución.
Las ventajas de un envasado sostenible
Para entender la importancia del packaging eco debemos tener en cuenta que, al menos, un 60% de los residuos plásticos globales procede de los embalajes. Además, los envases pueden llegar a durar días o, como mucho, un par de meses. Por lo tanto, se generan y eliminan constantemente, haciendo aumentar esta cifra.
Optar por envases sostenibles nos permite eliminar en buena parte estos residuos y, en consecuencia, ayudar a la conservación del medioambiente. Y este no es su único beneficio. También hay que tener en cuenta que eliminar los grandes envoltorios actuales y optar por alternativas ecológicas permitiría que los medios de transporte se liberaran de esta carga y fueran mucho más eficaces. Con ello, conseguiríamos reducir su uso de energía.
El cartón en el envasado ecológico
Si hay un elemento que destaca entre las opciones existentes para la creación de embalajes sostenibles es, sin duda, el cartón. Se trata de un material muy fuerte y con un alto nivel de resistencia que, además, es recuperable. Todas estas características han atraído la atención de grandes compañías como Nestlé o Coca Cola, que ya lo están usando en los envases de algunos de sus productos. Por lo tanto, todo hace pensar que será uno de los protagonistas de una reconversión histórica en el sector del embalaje.
Otras alternativas de packaging eco
Los envases de vidrio recuperarán en buena parte su protagonismo perdido en las últimas décadas gracias a la necesidad de establecer un packaging sostenible. La posibilidad de retornarlos y reciclarlos los convierte en un pilar para la estrategia eco de cualquier empresa.
Igualmente, hay que citar nuevos tipos de envases sostenibles para los productos de alimentación que ya se están consolidando paso a paso en nuestro día a día, como los fabricados a base de caña de azúcar o fibra de bambú.
Además, el packaging eco será duradero y estará fabricado siempre a base de materiales resistentes con el objetivo de que pueda usarse varias veces y, de esta manera, se evite la generación en exceso de residuos. También hay que destacar en este sentido el nuevo diseño de las bolsas que vamos a usar en el futuro: serán flexibles, compartimentadas y estarán hechas de manera que pierdan su volumen cuando están vacías. Esto facilitará que las llevemos siempre encima y no tengamos que recurrir a bolsas desechables.
Finalmente, no podemos pasar por alto iniciativas innovadoras que nos ofrecerán materiales de envasado hasta ahora desconocidos. Una de ellas es el proyecto From Peel to Peel, que se centra en desarrollar opciones innovadoras para el embalaje alimentario a partir de bacterias y hongos como la levadura.
Economía circular y sostenible
La relación entre el packaging eco y la economía circular es muy estrecha. De hecho, esta se define como el sistema que tiene por objetivo producir bienes y servicios a la vez que se reduce el desperdicio de agua, energía y materias primas. Es decir, su principal objetivo es el aprovechamiento de recursos.
Todos los procesos de fabricación tienen un cierto coste ambiental, que en el caso de los envases es especialmente elevado tanto en su producción como en su eliminación. Por lo tanto, optar por embalajes sostenibles nos permite evitar la rutina hasta ahora habitual de “usar y tirar”. Fomentar el reciclaje y dar una segunda vida a los productos es esencial para la economía circular.
En definitiva, el packaging eco es la opción más adecuada para unir en un mismo elemento la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente y la economía circular. De ahí, que los responsables de la Unión Europea nos impongan el reto de eliminar el plástico en los envases de distribución de cualquier tipo de producto.